“Llevarse las sobras” contra el “desperdicio cero”

"Llevarse las sobras" es una buena práctica de sostenibilidad

A todos nos ha pasado: hemos comido muy bien, todo estaba riquísimo, pero estamos saciados, no podemos más y lo que queda en nuestro plato termina… en la basura.
Miles de toneladas de alimentos se han desperdiciado durante muchos años de esta manera, si bien las cosas están cambiando y cada vez es más habitual llevarse las sobras, una práctica racional y sostenible que beneficia a todos.

Llevarse las sobras del restaurante beneficia a todos: al comensal, que puede disfrutar más tarde de unos alimentos por los que ha pagado; al establecimiento, porque reduce su producción de residuos orgánicos y su impacto ecológico; al sistema de recogida, transporte y gestión de residuos, que ve aligerada su carga; y sobre todo, al medio ambiente: menos emisiones, menos pérdida de recursos, más eficiencia y más sostenibilidad.

Por ello, la costumbre de pedir las sobras al terminar una comida está cada vez mejor aceptada y considerada como una buena práctica desde el punto de vista de la sostenibilidad y la responsabilidad social.

Se calcula que un 30% de los alimentos que se producen en el mundo no llegan nunca a consumirse por distintos motivos: se estropean, caducan, o sencillamente no se consumen. Por eso, reducir el desperdicio alimentario es uno de los grandes objetivos de nuestra sociedad.

Los hosteleros, preparados

La mayoría de los establecimientos de restauración y hostelería tienen claro que para ellos es una ventaja. Raro es actualmente el establecimiento que no ofrece a sus clientes la posibilidad de pedir su comida sobrante y prepararla para llevar en contenedores adecuados, casi siempre de manera gratuita.
Muchos de estos contenedores están fabricados con materiales compostables, o como mínimo, reciclables, para reducir aún más su huella ecológica.
Para nota, los comensales especialmente concienciados, que cuando salen a cenar llevan de casa su propio tupper para llevarse esa media ración tan rica que no han podido terminar.